Dejamos el coche en el kilómetro 9 de la carretera de Terrassa a Talamanca, y pasando bajo la masía señorial de La Barata, seguiremos la señal de pintura verde y roja que se adentra en el bosque 200 metros más arriba y a la izquierda.

Tras veinte minutos, cogemos el sendero de la izquierda, señalizado con una marca verde y blanca, y a los pocos metros cogeremos el de la izquierda.

Llegaremos a un claro rocoso desde donde veremos las paredes levantinas de Castellsapera (940 metros).

Nos dirigiremos a la izquierda, donde un lomo llano y pedregoso abre paso a la magnífica montaña de Sant Llorenç.

En menos de una hora llegaremos al Coll Estret.

Y en 15 minutos, yendo a la izquierda, llegaremos a uno de los puntos más emblemáticos: el Collet del Pou de Glaç (1 h. 15 m.).

Volviendo al Coll Estret, y a cinco metros de un hito que indica, A la canal del Mura, ascendemos por una corta, pero empinada rampa, que nos permite disfrutar de una explanada abierta a las vistas de Montserrat y de La Mola, que desciende en breve hacia las entrañas de un espeso encinar.

Sin perder la reseña a “Coll de Tres Creus«, llegamos a la cara oeste de Castellsapera (l h. 45 m.).

El Camí Ral de Manresa empieza a descender bruscamente hacia el oeste, a partir del hito que indica «a la Font de la Pola», en dirección al cerro del Paller de Tot l’Any.

Un poco más adelante, otro sendero nos descubrirá en dos minutos un rincón encantador: la Font del Lladre, aunque hay que superar un paso rocoso hasta llegar a un rudimentario refugio de emergencia (2 h. 30 m.).

El camino se bifurca transcurridos 20 minutos, aunque las dos alternativas dan al Coll de la Canal del Correu (3 h).

El ramal de la izquierda transcurre por pendientes más suaves, entre laderas soleadas.

En el mismo coll se abre a la derecha un austero sendero que baja rápido al Torrent de la Cansalada.

Cruzaremos el torrente gracias a un sendero que baja por la derecha.

Este se encarama, en pocos metros, por unas laderas empinadas, hasta coronar un pequeño collado (3 h 40 m.).

Seguimos por la derecha unos 25 metros más donde tomaremos un lindo camino hasta el Torrent de I’EspIuga.

Pronto llegamos a un reducido prado ante la Balma Obrada de l’Espluga, un bello corral en desuso, , pero acogedor (4 hs).

Siguiendo la Carena de l’Espluga hacia el este tomaremos rumbo a la derecha, después de conectar con otro sendero que viene de la derecha (sentido contrario a la flecha verde y blanca, y siguiendo las marcas), hasta conectar con un camino transitado, que tomaremos a la derecha.

Y en quince minutos nos encontramos con la evocadora Font de la Pola.

En sentido contrario, el camino gira al este, en la pequeña cueva llamada La Porquerissa.

A pocos metros se aprecian unas sencillas tumbas neolíticas, en el margen izquierdo.

En diez minutos llegamos al Coll de Tres Creus, antiguo puerto entre las vertientes (5 h. 10 m.).

Si aún quedan fuerzas, no dejemos de subir a la inhóspita La Pola (924 metros), donde conviven un punto geodésico y un árbol de pesebre (5 h 25 m).

Y en el Coll de Tres Creus, bajaremos por la ladera este, cogiendo la primera pista a la derecha.

El descenso hasta el coche aparcado es rápido (6 h 15 m).